DESAFIOS ACTUALES en Argentina - Tu ayuda es importante

 

 

 

La gran mayoría de los argentinos entrevistados, incluso funcionarios de alto rango, opinan que en este país hay libertad religiosa. Incluso ven como innecesaria una ampliación de estas libertades.  Un grupo reducidos de líderes religiosos, principalmente las autoridades de las confesiones religiosas, opinan de que hay varios temas pendientes, que de no resolverse, son y pueden transformarse en fuentes de malestar social de las minorías.  El listado que continúa, pretende exponer alguno de esos desafíos actuales en la Argentina (2017):

 

  1. Lograr la igualdad jurídica de todas las religiones, mayoritarias y minoritarias. En la actualidad las confesiones no católicas poseen una personería de Asociación Civil sin fines de lucro, careciendo de una personería que le sea propia.

  2. Eliminación del doble registro religioso, unificando la Dirección de Cultos Católicos y el Registro Nacional de Cultos, que se estipula para las otras confesiones.

  3. Respetar el descanso laboral o académico semanal individual, sin establecer por ley un día uniforme, sino buscando una "acomodación razonable" para que cada uno descanse en el día que sus convicciones religiosas indiquen. Lo contrario implicaría serios problemas laborales y académicos a miles de argentinos que profesan descansos religiosos diferentes.

  4. Garantizar la libertad de los contenidos de la enseñanza en instituciones confesionales. Prevenir que desde el gobierno se exijan contenidos educativos obligatorios contrarios a las creencias confesionales dentro de un establecimiento religioso de educación pública de gestión privada.  Considerando que la educación es un servicio público, que no se condicione la subvención estatal, por el hecho de adherir a un ideario religioso.

  5. Promover la separación benévola de la iglesia y el estado, manteniendo como base, una actitud benévola de este ante la actividad religiosa. Crear conciencia de que puede haber colaboración de ambas esferas en aspectos que promuevan el bien común.

  6. Eliminar de la educación pública todo tipo de actividad confesional.  Esta eliminación incluira adoctrinamiento confesional o la realización de actos religiosos. Explorar la posibilidad de que en la escuela puedan enseñarse valores universales, como la tolerancia y la convivencia pacífica entre personas con creencias distintas.  Como medida intermedia hay investigadores que proponen se incluya una materia que de cuenta de la diversidad de religiones que existen, como parte de la cultura general.

  7. Proteger la libertad de expresión defendiéndola de las leyes antidiscriminatorias, buscando un balance entre esta y el derecho a no ser discriminado tal como se ve expresado en la reciente legislación antidiscriminatoria (Ley 23.592). Defender el derecho de todas las personas, incluidas aquellas con convicciones religiosas, a  emitir opiniones privada o públicamente sobre temas socialmente controvertidos como evaluaciones críticas de otras creencias religiosas, la transexualidad, homosexualidad, el matrimonios del mismo sexo, la adopción igualitaria, la posición frente al aborto, objeciones militaristas, portación y uso de armas, eutanasia, entre otros.

  8. Sostener la libertad de las comunidades religiosas, a contratar y prescindir de sus empleados, tales como los religiosos, médicos, docentes o administrativos, promoviendo la excepción a la aplicación de la normativa laboral antidiscriminatoria, de forma que se asegure un margen de discreción para exigir de los mismos una conducta acorde a la doctrina de la organización religiosa.

  9. Promover la no exhibición de símbolos religiosos en edificios u oficinas estatales, permitiendo sin embargo que cada funcionario o trabajador público pueda usar sobre su persona los símbolos de su fe religiosa. Para una mejor convivencia cultural, se debería continuar permitiendo exhibir símbolos religiosos en espacios de uso público.

  10. Lograr que las constituciones provinciales incluyan la igualdad y libertad religiosa.  Ver los casos de Catamarca, Tucumán, La Rioja, Salta, Mendoza, etc.

  11. Unificar los criterios de adjudicación de medios de comunicación, eliminando toda desigualdad en el otorgamiento respecto de la ICAR y las otras confesiones.

  12. Defender el derecho a educar en el hogar durante la escolaridad primaria.  Lograr que durante los primeros años de la vida escolar primaria, sobre bases programáticas estatales supervisables, la educación primaria pueda brindarse primordialmente en el propio hogar, incluyendo el respeto a las creencias religiosas de estas familias y la no obligatoriedad de enviar sus hijos a una institución.

  13. Desalentar las leyes anti sectas, ya que generan discriminaciones al definirlas, favoreciendo en cambio, la aplicación exclusiva del código penal a delitos realizados por religiosos o en contextos religiosos.

  14. Mantener el derecho de admisión a los lugares de culto y establecimientos educativos confesionales, sean o no lugares considerados históricos.

  15. Rechazar la prohibición de acceso a barrios cerrados por parte de los grupos religiosos.

  16. Promover leyes sobre las objeciones de conciencia por motivos religiosos, principalmente de personal estatal en las áreas de salud, judicial y de seguridad.

  17. Proteger el derecho profesional a ofrecer terapias a homosexuales, que libremente deseen volver a vivir su heterosexualidad basada en su realidad biológica natural y reproductiva.

  18. Oponerse a la aparición de ordenanzas que limiten la habilitación de Iglesias y la construcción de lugares de culto en zonas "exclusivas" que en la actualidad han comenzado a encubrir la intención de limitar la Libertad Religiosa de grupos minoritarios, desplazándolos a zonas periféricas.

  19. Lograr la igualdad respecto a exenciones impositivas de las confesiones e instituciones religiosas sin fines de lucro, entendiendo que se encuadran en dicha categoría, cuando no reparten ganancias.

  20. Combatir los problemas de Bullying antireligioso en las escuelas.  Se suele presentar cuando estudiantes no católicos deben retirarse cuando se enseña religión confesional o se realizan actos escolares obligatorios de eventos religiosos.

  21. No al concepto de "tolerancia".  Crear conciencia sobre lo inaceptable del concepto "Tolerancia religiosa", en el sentido de que Tolerar implica recortar la liberad religiosa.  Lograr que se hable solo de libertad e igualdad.

  22. Lograr que los ministros religiosos accedan libremente a Instituciones.  Lograr la igualdad de acceso y trato para los ministros de las instituciones religiosas reconocidas por el Estado Argentino a instituciones hospitalarias, establecimientos penales, fuerzas armadas y otros centros públicos donde una persona solicite asistencia espiritual de su fe.

  23. Eliminar el sostenimiento económico de la Iglesia Catolica (ICAR) por parte del Estado, si es necesario, eliminando tal concepto de la constitución nacional.

  24. Eliminar diferencias en requisitos migratorios de ministros religiosos. Existe hoy una desigualdad respecto a requisitos y aranceles, entre ministros católicos y no católicos.

  25. Lograr la eliminación de tasas por derechos musicales al cantar himnos en eventos públicos.  Actualmente se pretende cobrar derechos musicales por entonar o reproducir himnos del cancionero oficial de una confesión, cuyos derechos se poseen.

  26. Lograr que el colportaje no sean prohibido por considerarlo venta callejera y por ende sean libres de ofrecer casa por casa su literatura religiosa y de vida sana.  Existen múltiples ordenanzas municipales que prohíben de manera irrestricta la venta casa por casa.

Lic. Darío Bruno - Buenos Aires - Unión Argentina

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DOS LIDERES ADVENTISTAS ENCARCELADOS EN TOGO SOLICITAN TU APOYO

 

Invitamos a todos los cristianos a ORAR por la liberación de dos hermanos líderes  adventistas y la seguridad de sus familias ya que han pasado más de 500 días de injusticia en una prisión de la República africana de Togo.  El sábado 27 de julio de 2013, los adventistas volvieron a la oración conjunta en busca de una pronta liberación.  Agradece tu firma a un petitorio por la libertad y solicita nuevamente más oraciones el presidente de la Iglesia adventista mundial Pastor Ted Wilson.

 

Pr. Antonio Dos Santos Monteiro

Antecedentes:  El pastor adventista Antonio Dos Santos Monteiro

 (foto derecha), originario de Cabo Verde, y el hermano empresario Bruno Togocel Amah, fueron detenidos en marzo de 2012 acusados de conspiración para el asesinato y por la supuesta participación en delitos de tráfico de sangre en aquel país de habla francesa.

 

Un hombre togolés ha implicado falsamente a Monteiro y a Amah como conspiradores en una supuesta red de tráfico de sangre, pero un registro policial en casa de Monteiro y en la sede de la iglesia local no han encontrado pruebas en tal sentido. Desde entonces, las autoridades locales han reconocido la inocencia de ambos hombres, pero los mismos no son liberados.

 

Monteiro ha sido Director de Escuela Sabática y Ministerios Personales en la sede central de la Unión Misión de Sahel, con sede en Lomé, Togo, desde el 2009.

 

La policía realizó una búsqueda en la casa del Pastor Monteiro y en la sede de la iglesia local, pero no encontraron ninguna evidencia. Abogados y activistas de derechos humanos han trabajado infructuosamente por meses intentando la libertad de ambos acusados. (Fotos de Diarios de Togo)

 

El trabajo a favor de la libertad religiosa en todo el mundo es intenso y nos gustaría que incluyese también este caso, el cual aparece encuadrado como un delito común pero que a esta altura del proceso ha comenzado a manifestarse como un caso de discriminación religiosa.  La Iglesia adventista mantiene un plan mundial de donación de sangre por parte de sus miembros, que se ha visto perjudicado en Togo debido a este extraño caso de falsa denuncia y prejuicio religioso. 

 

La Iglesia Adventista mundial ha lanzado una solicitud de oración y firma de una petición a todos los cristianos bajo el slogan “Pray4Togo” en el sitio web www.pray4togo.com/es/.  Si se consiguen un millón de firmas, enviadas al gobierno de Togo, podría ayudar a la inmediata liberación de estos líderes adventistas inocentes.


CRONOLOGÍA Y DETALLES

Fuente: http://news.adventist.org/es/archive/articles/2013/07/18/first-in-a-series-monteiro-says-judge-told-him-he-was-innocent?utm_medium=email&utm_campaign=Boletn%20de%20noticias%20de%20ANN%2025%20de%20julio%20de%202013&utm_content=Boletn%20de%20noticias%20de%20ANN%2025%20de%20julio%20de%202013+CID_269490a296bf9937b3b2706309dca1c3&utm_source=Email%20marketing%20software&utm_term=PRIMER%20INFORME%20DE%20UNA%20SERIE%20Segn%20Monteiro%20el%20juez%20le%20dijo%20que%20era%20inocente

PRIMER INFORME DE UNA SERIE: Según Monteiro, el juez le dijo que era inocente

Jul 18, 2013
Silver Spring, Maryland, United States
ANN staff

El pastor António Monteiro ha estado en prisión por más de un año, acusado de un crimen que los directivos de su iglesia dicen que no cometió.

Monteiro, el director de Ministerios de Familia de la Unión Misión del Sahel de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, con sede en Lomé (Togo), se encontraba un día en su oficina cuando un hombre llegó pidiendo trabajo y algo de dinero. Ese hombre, Kpatcha Simliya, más tarde acusó a Monteiro de ser el autor intelectual de una red de tráfico de sangre para ser usada en ceremonias religiosas. Más de una decena de mujeres jóvenes habían sido halladas poco tiempo antes en los suburbios, y la gente clamaba por justicia.

A pesar de no existir evidencias de su participación, Monteiro fue detenido el 15 de marzo de 2012, y hasta la fecha su caso no ha ido a juicio. Cinco intentos de apelación por parte de su abogado, la Iglesia Adventista mundial y varios diplomáticos extranjeros hasta el momento no han producido su liberación. Los funcionarios del gobierno han hecho promesas a los líderes de la iglesia y a los abogados, pero el pastor aún sigue preso.

El año pasado, Faure Gnassingbé, presidente de Togo, se rehusó a recibir al presidente de la Iglesia Adventista mundial Ted N. C. Wilson cuando él llevó a cabo una visita pastoral al país.

Para los líderes de la iglesia y otras personas que están siguiendo el caso de Monteiro, muchos creen que en esta historia intervienen otros elementos. ¿Será que alguien necesitaba un chivo expiatorio? ¿Será que los jueces de Lomé tienen realmente la última palabra, o será que el gobierno les ordena qué decisiones tomar?

En efecto, en una declaración escrita que obtuvo ANN, Monteiro dice que el día que fue procesado, el juez le dijo en repetidas ocasiones delante de su abogado: "Pastor, yo sé que usted es inocente. Su expediente está vacío. Pero no puedo liberarlo, ya que esto no depende de mí".

Monteiro no pudo sino preguntarse: "Y entonces, ¿de quién depende?"

Ahora, más de 16 meses después, están surgiendo nuevos detalles sobre el caso, que ha dejado confundidos tanto a los abogados, a los diplomáticos y los directivos de la iglesia sobre qué pasos seguir para garantizar la liberación de Monteiro de parte de un gobierno que está violando su propia constitución al detenerlo sin base legal alguna.

Según los informes de la policía, su acusador, Simliya, ya había confesado haber asesinado a mujeres jóvenes para usar su sangre y en haber engañado a las jóvenes llevándolas a lugares solitarios con promesas inverosímiles. Simliya también cumplió una sentencia en prisión después de haber sido condenado por violación, además de tener una historia de inestabilidad mental.

Mientras tanto, un allanamiento policial en el domicilio de Monteiro y en su oficina no arrojó ningún resultado.

Cuando Monteiro fue puesto en prisión, los periódicos proclamaron que se había atrapado al verdadero criminal. Algunos publicaron su fotografía junto a otras imágenes de viales de sangre.

"El pastor Monteiro es inocente, y punto", dijo John Graz, director del Departamento de Relaciones Públicas y Libertad Religiosa de la Iglesia Adventista mundial. "La escandalosa acusación contra Monteiro es que él, un pastor adventista, conspiró para que estas mujeres fueran asesinadas de manera que diversas partes de sus cuerpos pudieran ser usadas como parte de una ceremonia religiosa. Es una acusación absolutamente increíble y estrafalaria".

"Es una completa caricatura de la justicia, una que debería ser tolerada en cualquier sociedad que se rija por la ley", dijo Graz.

Los directivos de la iglesia han continuado trabajando tanto públicamente como detrás de escena para lograr que Monteiro sea liberado. La Iglesia Adventista mundial ha llevado a cabo vigilias internacionales de oración por Monteiro, patrocinado campañas de redacción de cartas dirigidas a los funcionarios del gobierno y diplomáticos, y estado al frente de una movilización que buscó firmas para una petición que solicita su liberación.

A pesar de todo, Monteiro sigue en prisión.

El 27 de julio de cumplirán quinientos días desde su arresto.

Esta serie de cuatro artículos se basa en entrevistas con fuentes que tuvieron alguna participación en la situación, una declaración de Monteiro, correos electrónicos, cartas, informes de periódicos, expedientes policiales y documentos de la corte.

Un vocero del Ministerio de Justicia de Togo se rehusó a efectuar comentarios para estos informes. Simliya se encuentra en prisión por diversos crímenes. Ha tratado de suicidarse, y no está disponible para comentar sobre el presente informe.

La misión de Monteiro

Un día a comienzos de 2011, Monteiro recibió el llamado de una recepcionista que haría que su vida cambiara para siempre. Se encontraba en la sede de la Unión Misión de Sahel, un edificio de dos pisos en la ciudad de Lomé, la capital de Togo.

Monteiro había trabajado allí desde 2009, después de recibir un mensaje electrónico de Guy Roger, el presidente de la unión, que lo invitaba a trabajar como director del departamento de Escuela Sabática y Ministerios Personales del territorio.

En ese entonces, Monteiro era pastor de 25 iglesias y grupos en la Isla de Fogo, en Cabo Verde. Ese país de habla portuguesa es una nación constituida por diez islas a unos 550 kilómetros de la costa de África Occidental. Monteiro había nacido allí en 1955.

Después de terminar la escuela secundaria, Monteiro dejó su hogar para asistir a un seminario adventista en Camerún. Regresó a su país natal en 1983 para comenzar a trabajar allí como pastor. En 1984 contrajó matrimonio con Madalena dos Anjos, y el matrimonio se mudó cada pocos años a medida que los administradores de la iglesia le daban responsabilidades más grandes y distritos de mayor tamaño donde cumplir su ministerio. A lo largo de los años, el matrimonio tuvo cuatro hijos.

Durante su ministerio, Monteiro participó en tres campañas de evangelización en Boston (Massachusetts, Estados Unidos), y otras en los países de Guinea Bissau y Benín, en África Occidental.

El mensaje electrónico que Roger le envió en 2009 le presentaba una disyuntiva: o se quedaba en la comodidad y la familiaridad de su país natal o se dirigía a un lugar desconocido para servir allí como misionero. Monteiro decidió aceptar el pedido, y se sintió honrado de tener la oportunidad de apoyar el desarrollo espiritual de los ciudadanos de Togo y en otros diez países de la Unión Misión del Sahel de la Iglesia Adventista. Él sabía bien que sería un desafío, dado que la región albergaba a diversas prácticas religiosas, lo que incluye una de las bases más grandes del vudú.

Más allá de esas preocupaciones, Monteiro estaba ansioso de compartir más ampliamente el cristianismo, una religión que él sentía que enseña sobre un Dios amante. Su propia fe y comunidad adventistas, que ahora está conformada por 17 millones de miembros en todo el mundo, le había infundido la importancia de la vida sana y la educación, no solo para los miembros sino también para la gente de la comunidad que estuviera interesada en mejorar su vida.

Monteiro llegó a Togo y trabajó allí por pedido de la Unión Misión de Sahel. En 2011, también se le asignó la director del ministerio de Misión Adventista y del departamento de Ministerios de Familia.

Ese día a comienzos de 2011, una recepcionista le preguntó si podía recibir a alguien que quería hablar con un pastor. Monteiro le dijo que hiciera pasar al hombre a su oficina. Entonces le ofreció asiento a Simliya, el hombre que era conocido por diversos nombres y que meses después lo acusaría de crímenes que harían que terminara en prisión.

Simliya le dijo a Monteiro que no tenía trabajo, dinero para el transporte, y que a veces le faltaban suficientes alimentos.

"¿Es usted adventista?", le preguntó Monteiro.

Simliya le dijo que así era, y que había sido bautizado por el pastor Eric Mensanvi. Roger, el presidente de la unión, confirmó más tarde que Simliya había sido bautizado en la cárcel mientras cumplía una condena de 2006 por violación.

Monteiro no conocía la historia del hombre. El pastor invitó a Simliya a una reunión de la iglesia y allí lo presentó a los ancianos de la congregación y entonces regresó a su hogar. Varias semanas después, Simliya pasó una vez más por la sede de la unión para saludar. Monteiro le preguntó: "¿Cómo anda?"

Simliya le contó la misma historia de que no tenía trabajo, ni dinero ni alimentos.

"Es verdad, la vida puede ser difícil", le dijo Monteiro. "Pero Dios proveerá".

En las siguientes semanas, Simliya apareció de la misma manera varias veces más, y un día le informó a Monteiro que había estado en prisión.

"Yo no traté de averiguar qué había sucedido", recordó más tarde Monteiro.

"Le di el siguiente consejo: 'Ahora que usted está libre, dedíquese y esfuércese para tener una nueva vida. ¿Qué trabajo suele hacer?'"

"Soy conductor de taxi", le contestó Simliya.

"¿Tiene una licencia de conducir?"

"Sí".

"¿Puedo verla?"

"No, no la tengo conmigo. La próxima vez la traeré", dijo Simliya.

La siguiente vez que vino, unos pocos días después, Simliya dijo que le habían robado la licencia de taxista.

"Busque la copia", le dijo Monteiro.

Simliya cambió entonces de tema. Le dijo que Bruno Amah, un miembro de la Iglesia Adventista, le había ofrecido ayudarle a comprar un automóvil por unos 800 mil francos (unos 1 600 dólares), recordó Monteiro.

"Simliya me pidió que hablara con este hermano para que lo ayudara. Yo no lo conocía personalmente, pero le había hablado por teléfono pidiéndole ayuda" para un estudiante de teología.

Allí en la oficina, Simliya llamó a Amah en su teléfono celuar y se lo pasó a Monteiro. Por teléfono, Amah confirmó que conocía a Simliya. Monteiro le comunicó el pedido. Amah respondió: "Si puedo, voy a ayudarlo", recordó Monteiro.

Semanas después, Simliya llamó a Monteiro preguntándole si sabía algo de Amah. Pero no había noticias.

Pasaron varios meses, de agosto de 2011 a marzo de 2012, antes de que Monteiro escuchara hablar otra vez de Simliya. El martes 13 de marzo de 2012, Simliya llegó hasta la sede central de la unión, pero Monteiro le dijo a la recepcionista: "Ahora no, estoy muy ocupado". Aun así, habló brevemente por teléfono con Simliya, que estuvo allí en el vestíbulo usando el teléfono de la recepcionista. Monteiro le agradeció por pasar por allí, pero le informó que ese día estaba sumamente ocupado.

Comienza la detención

Dos días después, el 15 de marzo, la policía irrumpió en el hogar de Monteiro a eso de las 20:30 y lo arrestó en frente de su familia. La policía le dijo que había participado en un crimen.

"Es un error", dijo Monteiro.

Un oficial de policía replicó: "¿No es usted el señor Monteiro?"

"Sí", replicó, "pero no he participado en ningún delito.

La policía lo llevó a la comisaría donde se encontró con Simliya. Se le preguntó a Monteiro si conocía al hombre. Les contó que así era, y les contó brevemente la historia.

Tres días después, un oficial de policía le dijo a Monteiro: "Usted le encomendó una misión a Simliya".

Monteiro preguntó: "¿Qué misión? Yo tengo una sola misión que he estado cumpliendo durante cuarenta años. Soy pastor, y mi misión es predicar el evangelio".

Un jefe de policía le dijo: "Usted le solicitó sangre humana".

La policía mantuvo a Monteiro en detención en una dependencia antipandillas en una comisaría durante catorce días, encerrado en una celda de 6 por 4 metros y sin ventanas. La mayoría del tiempo estuvo sin ropa.

El 28 de marzo, fue llevado a la corte. Los allanamientos de su hogar, oficina e iglesia no habían producido evidencia alguna. Su abogado pidió que el caso fuera desestimado. El juez negó la solicitud. Y también se negó a aceptar un pago de fianza.

Desde entonces, ha permanecido en prisión.

"Es difícil saber qué es realmente lo que está detrás de todo esto", dijo Graz, director del departamento de Relaciones Públicas y Libertad Religiosa de la denominación.

SEGUNDO INFORME DE LA SERIE: El acusador de Monteiro buscó retractarse de su testimonio

Jul 18, 2013
Silver Spring, Maryland, United States
ANN staff

El pastor António Monteiro y otros miembros de la iglesia han estado en prisión por casi quinientos días sobre la única base de la acusación de un solo hombre. Pero según un examen psiquiátrico ordenado por la corte, ese man, Kpatcha Simliya, se retractó más tarde de la acusación, afirmando que había sido golpeado por la policía y forzado a dar nombres de personas que supuestamente sabían que eran conspiradores junto con él en una red de tráfico de sangre.

Esto ha hecho que los líderes de la Iglesia Adventista, los abogados y los diplomáticos se pregunten por qué Monteiro y otros adventistas acusados de coordinar una supuesta red de tráfico de sangre aún permanecen en prisión sin ir a juicio.

El artículo 15 de la Constitución de Togo declara: "Ninguna persona podrá ser detenida o confinada arbitrariamente. Toda persona detenida sin sustento legal tendrá derecho de solicitar la intervención judicial. La autoridad judicial correspondiente se pronunciará inmediatamente en relación con la legalidad o la regularidad del confinamiento en cuestión".

El mes pasado, un editorial del periódico local La Symphonie hizo un llamado a un "proceso justo y equitativo" para los detenidos. "Decenas de personas acusadas en casos diversos están encerrados en las cárceles por largos períodos", expresó el editorial.

Cinco personas están siendo detenidas arbitrariamente en conexión con el caso, según los líderes de la iglesia: Monteiro, quien desde 2009 ha trabajado como director de departamento de la Iglesia Adventista en la Unión Misión del Sahel; el miembro de iglesia Bruno Amah, un empleado de Togo Cellulaire; el miembro de iglesia Beteynam Raphael Kpiki Sama; Simliya; y Idrissou Moumouni, un musulmán que fue voluntariamente a la policía para testificar que Simliya era un mentiroso.

Los arrestos y las detenciones se produjeron después de una serie de homicidios en mayo de 2011.

Según cuál sea la fuente policial o de los periódicos, más de una decena de cuerpos de mujeres de entre 12 y 36 años fueron hallados en el suburbio de Agoué, en el norte de Lomé. Los cuerpos presentaban heridas de arma blanca y se les habían extraído algunos órganos sexuales. En las ceremonias de vudú se suelen usar sangre y partes de animales. El vudú es practicado por muchos de los habitantes de Togo.

Cuando no se produjo ningún arresto, la gente exigió justicia por estos asesinatos, dijeron los líderes de iglesia.

Simliya fue mostrado tiempo después en televisión rodeado de guardias de la policía, contando la historia de una serie de asesinatos que dijo haber organizado y nombrando a cómplices que recolectaron sangre y órganos. Pero gran parte de su historia resultaba sumamente improbable, lo que incluía el número de víctimas y los métodos usados, según el examinador médico de Simliya.

"Todo hombre con conocimientos y razonable tendría dudas en relación con su increíble declaración o la factibilidad de sus delitos o supuestos delitos", expresó el pasado 9 de septiembre de 2012 el examen médico ordenado por la corte".

El testimonio original de Simliya hizo que surgieran muchos interrogantes. El juez a cargo del caso de Monteiro solicitó que el examen siquiátrico de Monteiro fuera asignado al doctor Tchangai Tchatcha. En su informe, Tchatcha describió la personalidad de Simliya como "desequilibrada" o "psicopática", y con "tendencias a la mentira patológica".

Respecto del testimonio de Simliya, Tchatcha expresó en su evaluación médica escrita: "La secuencia de ideas parecía ser ilógica, y a menudo cambiaba su declaración y hasta llegó a hacer declaraciones conflictivas".

"Es una persona manipuladora y por sobre todas las cosas un mentiroso; todos los que hemos encontrado han confirmado esta opinión", escribió el doctor Tchatcha.

Guy Roger, presidente de la Unión Misión del Sahel, dijo de Simliya: "Él ha usado ampliamente su 'estatus de hermano en la fe' para recibir ayuda de las comunidades adventistas de la zona que solía frecuentar según fueran sus necesidades".

Simliya nació en 1984 en Kara, según los informes de la policía. El doctor Tchatcha dijo que la personalidad de Simliya fue resultado de una "niñez problemática". La identidad de su padre fue cuestionada en repetidas ocasiones por su padre, que lo envió "de aquí para allá a vivir con diversos parientes como si fuera un paquete", escribió Tchatcha.

Simliya pasó cuatro años en prisión (entre 2006 y 2010), condenado por violación.

Hasta marzo del año pasado, la policía documentó que Simliya estaba tratando de engañar a vendedoras jóvenes para que lo acompañaran a lugares deshabitados con la improbable promesa de que había alguien esperando para comprarles toda la mercadería.

Después de ser liberado de prisión el 25 de junio de 2010, dos nombre aparecen como personas que quisieron ayudarlo: Bruno Amah y el pastor Essossinam Komlan Sagao.

Según un informe del 22 de marzo de 2012, Simliya le había pedido ayuda a Sagao para conseguir trabajo en el puerto. Sagao le dijo que no tenía idea de esos trabajos, pero le ofreció trabajar lavando vehículos. Simliya no fue un buen trabajador, y después de una semana renunció, dijo Sagao, siempre según el informe.

Simliya afirma que fue abusado por la policía mientras estaba detenido, y que le exigieron que diera nombre de personas que conocía en la ciudad. Pronunció entonces varios nombres de los que hace poco habían tratado de ayudarlo, entre ellos, los nombres de Monteiro, Amah y Sagao.

Sin embargo, después de decirles esos nombres a la policía, Simliya de dijo a Tchatcha en una entrevista en la enfermería de la prisión: "Fui a ver al juez para confesar que yo había mentido, y él me dijo que si cambiaba mi declaración, me iban a dar prisión perpetua", según la evaluación médica de Tchatcha.

Un investigador de la policía le preguntó en cierta ocasión a Monteiro por qué él se asoció con una persona como Simliya.

Según un informe de la policía del 22 de marzo de 2012, el oficial jefe Gaté N'Zonou le preguntó: "¿Por qué se ha relacionado con un hombre así cuando su edad y nivel social no tiene comparación con la de él? ¿Por qué se mete con un desgraciado?"

"Ese es mi perfil, alguien que considera que no existe distinción alguna entre todos los seres humanos", replicó Monteiro. "Es para mostrar amor por esa persona y para ayudar a esa persona a que se aleje del pecado”.

TERCER INFORME DE LA SERIE: Después del arresto, se busca por todos los medios la liberación de Monteiro

Jul 18, 2013
Silver Spring, Maryland, United States
ANN staff

La noche que António Monteiro fue arrestado, su jefe, Guy Roger, que es presidente de la Unión Misión del Sahel, llevó a algunos colegas a la comisaría para preguntar la razón del arresto. Para su sorpresa, ellos también fueron arrestados, sus llaves confiscadas y sus automóviles incautados. No se les dio razón alguna.

Fueron liberados dos horas después, y a la mañana siguiente, Roger buscó la ayuda de un abogado. Monteiro había sido acusado de homicidio, conspiración y asociación ilícita.

"Hemos estado viviendo una verdadera pesadilla", escribió Roger en un mensaje electrónico a Yovo Sika Adjete, el asesor legal de la Unión Misión del Sahel. "Se nos dijo que [Monteiro] había sido arrestado después de una investigación, y que nuestra breve detención era también parte de esa investigación.

"Le pido que trate de descubrir las razones de esta detención", escribió Roger.

Así comenzaron los intentos de liberar a Monteiro de la prisión. El proceso ya lleva casi quinientos días.

Los líderes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día y los embajadores nacionales han empleado los esfuerzos diplomáticos en Togo, en toda Europa y en las Naciones Unidas en Nueva York. Abogados locales han presentado numerosas apelaciones legales. A pesar de ello, Monteiro, que llegó a Togo procedente de Cabo Verde para trabajar como misionero cristiano, sigue en prisión. Otros tres miembros de la Iglesia Adventista permanecen en prisión junto con él, así como una tercera persona que se presentó como voluntario ante la policía con información que pensó que podía ayudar a liberar a Monteiro.

Al día siguiente, el 16 de marzo de 2012, Roger se enteró de que el miembro de la Iglesia Adventista Bruno Amah también había sido arrestado en conexión con el mismo caso. Tanto Monteiro como Amah habían tratado de ayudar tiempo atrás a un hombre llamado Simliya, que sufría una historia de inestabilidad mental, según un examen médico judicial.

En los días que siguieron, Roger alertó de la situación a sus colegas en la División de África Centro Occidental de la Iglesia Adventista, con sede en Abiyán (Costa de Marfil), y a la sede central de la Iglesia Adventista en Silver Spring (Maryland, Estados Unidos). También envió a una carta a la Embajada de Cabo Verde más cercana, que se encuentra en Dakar (Senegal).

Roger declaró dos días de ayuno y oración en la unión, que comenzaron el 22 de marzo.

Durante varios meses, la Iglesia Adventista escogió mantener las apelaciones legales y los esfuerzos diplomáticos a resguardo de los medios de comunicación.

"En ese momento, escogimos esa táctica porque respetábamos el proceso del gobierno y la seguridad de los miembros en el país", dijo John Graz, el director de Relaciones Públicas y Libertad Religiosa de la denominación.

La abogada de Monteiro, Yawa Sika Yovo, le pidió a un juez el 28 de marzo de 2012 que desestimara el caso. Su pedido no recibió respuesta, dijo ella.

La abogada, junto con el abogado de Amah, Afoh Katakiti, fueron al Ministerio de Justicia el 21 de junio. El ministro, dijo ella, les prometió revisar el expediente. Como no sucedió nada, llevaron el caso a la Corte de Apelaciones de Lomé.

El 6 de julio del año pasado, la corte comunicó su decisión, que decía en parte: "No existe base documentaria que pruebe su inocencia. Tiene que seguir detenido".

Yovo trabajó para presentar otras apelaciones, pero sin resultado. Disgustada por la situación, el 7 de agosto, casi cinco meses después de los arrestos de Monteiro y Amah, le escribió a Faure Gnassingbé, presidente de Togo: "Esta escandalosa decisión es una grave injusticia y resulta inadmisible, dado que nuestros clientes son inocentes y no existe prueba alguna que demuestre la culpabilidad de ellos".

Días antes, el 25 de julio, Ganoune Diop, el enlace de la Iglesia Adventista en las Naciones Unidas, se reunió con Menan Kodjo, el embajador de Togo ante las Naciones Unidas. Kodjo dijo que analizaría el caso, dijo Diop. En una carta de seguimiento a Kodjo, Diop le agradeció por su trabajo en el tema, y enfatizó que la Iglesia Adventista mundial quería respetar los procedimientos del gobierno: "No estamos buscando poner atne la comunidad internacional de expertos el sistema judicial del país que su Excelencia representa con tanta capacidad".

En septiembre, los presidentes de Togo y de Cabo Verde hablaron sobre el caso al margen del encuentro de la Asamblea General de las Naciones Unidas, según un informe del pasado 9 de julio de 2013 publicado en línea en la página de Facebook del presidente de Cabo Verde.

"Traté de que se interesara en el problema", declaró el presidente de Cabo Verde Jorge Carlos Fonseca en relación con su encuentro con el presidente de Togo Faure Gnassingbé. "Le dije que no quería interferir en el tema de la justicia de Togo, pero que el pueblo de Cabo Verde está interesado en el problema. De manera que le dije que quería que todo lo que se hiciera a partir de allí, se garantizara la seguridad de la defensa".

El 5 de septiembre de 2012, dos personas de la sede central de la Iglesia Adventista volaron a Togo. Graz, director de relaciones públicas, y el asesor legal asociado Todd McFarland se reunieron con Yovo y visitaron a Monteiro y a Amah en la prisión. También leyeron el informe médico judicial recién dado a conocer, que fue realizado por el doctor Tchangai Tchatcha. En ese informe, Tchatcha declaró que el acusador de Monteiro tenía una historia de inestabilidad mental y que solo le había dado a la policía nombres de supuestos conspiradores con él después de ser golpeado mientras estaba detenido. El informe ofreció un rayo de esperanza.

"Pensé por cierto que sería liberado para el momento en que llegara Ted Wilson a visitar el país", dijo más tarde McFarland, al referirse al presidente de la Iglesia Adventista mundial, que visitó a Monteiró en prisión el pasado 12 de noviembre.

La iglesia también trabajó por medio de un representante de la Asocación Internacional de Defensa de la Libertad Religiosa en Europa, que se reunió con directivos de Togo en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra (Suiza), y con otros directivos de la Unión Europea en Bruselas (Bélgica).

Aun así, no sucedió nada, a pesar de los esfuerzos diplomáticos a lo largo de todo el verano y a comienzos del otoño.

El 27 de septiembre, la Iglesia Adventista decidió entonces hacer pública la cuestión. ANN publicó su primera historia sobre la situación.

El 20 de noviembre, en la sede central de la iglesia se formó un grupo para trabajar en el caso. Ese mismo día, Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista mundial, hizo un llamado a un día internacional de oración para el 1 de diciembre.

"Estos son miembros de iglesia falsamente acusados e inocentes, y estamos rogando al Señor que intervenga para que puedan reunirse con sus familias y continuar con su obra", dijo Wilson.

El 29 de noviembre, Roger, el presidente de la Unión Misión del Sahel, citó a una conferencia de prensa en Lomé, donde explicó la campaña mundial de un día de oración.

Los hombres están "privados de su libertad y detenidos en la prisión civil de Lomé sin prueba alguna en su contra, sin ninguna evidencia o indicación de su relación cercana o lejana con el caso", dijo Roger a un grupo de reporteros. "La Iglesia Adventista no puede permanecer en silencio en lo que parece ser un grosero error judicial".

El 1 de diciembre, decenas de miles de iglesias adventistas en todo el mundo dedicaron tiempo durante el culto del sábado para orar por Monteiro y los demás en prisión. Algunas de ellas, como la iglesia de la Universidad de Montemorelos, en México, oraron durante más de una hora durante el culto del sábado.

Para entonces, más de siete millones de usuarios de Twitter habían sido alcanzados con la etiqueta #Pray4togo, y unas quince mil personas habían firmado la petición en línea en el sitio Change.org.

La iglesia patrocinó una campaña de tarjetas navideñas para mostrar su apoyo a Monteiro, quien recibió más de mil tarjetas, dijeron los líderes de la iglesia.

Al comienzo del nuevo año, se produjo un avance que pareció ofrecer la promesa de una fecha de comparecencia en juicio para el 29 de enero. Más tarde, sin embargo, fue revocada. Diop, el enlance de la Iglesia Adventista ante las Naciones Unidas, fue a Togo en febrero y se reunió con el primer ministro de Togo. Durante un encuentro matutino, Diop dijo que el primer ministro Kwesi Ahoomey-Zunu llamó al ministro de justicia y le preguntó si podía recibir a Diop ese mismo día. A las 17.00, Diop fue recibido por el Ministro de Justicia Kokou Tozoun. “Nos dio su palabra de que el caso sería solucionado antes de fin de marzo", recuerda Diop.

"Le dije al Ministro de Justicia y al Primer Ministro que no estábamos tratando de forzar el sistema judicial de Togo o solicitar un favor especial", recuerda Diop. "Estábamos tratando de que este caso fuera resuelto porque era un caso de detención arbitraria".

El 18 de abril, la Iglesia Adventista dio a conocer imágenes de video de la familia de Monteiro, e instó a que más personas firmaran la petición en línea.

En marzo, los líderes de la iglesia anunciaron que una quinta apelación legal pidiendo la liberación de Monteiro había sido denegada.

CUARTO INFORME DE LA SERIE: En prisión, Monteiro pide la paz para la iglesia y el gobierno de Togo

Jul 18, 2013
Silver Spring, Maryland, United States
ANN staff

La Prisión Civil de Lomé está atestada. Hace mucho calor. Está al aire libre, como un bazar lleno de gente, pero sin tiendas. Los prisioneros duermen en grupos de ochenta por celda, lado a lado. Cada vez que se mueven durante la noche, se tocan y golpean con otros reclusos. Si pagan cierta cantidad de dinero, pueden dormir en una celda con solo 26 reclusos más.

De vez en cuando, el pastor António Monteiro tiene el lujo e dormir en un colchón.

"No sé si hay muchas personas que podrían pasar siquiera un día allí", dice John Graz, el director del departamento de Relaciones Públicas y Libertad Religiosa de la Iglesia Adventista mundial, y quien ha visitado a Monteiro en la prisión.

"Está atestado y es un lugar sucio; la higiene es prácticamente inexistente", dice Graz. "No quiero ni imaginar lo que deben ser los baños del lugar".

En mayo, el blog "Movimiento de los Ciudadanos por la Verdad" publicó fotografías después de lluvias torrenciales que mostraron la prisión inundada. Los prisioneros tenían que caminar con el agua hasta los tobillos.

Este ha sido el hogar de Monteiro por casi quinientos días. Él y otros adventistas, Bruno Amah, Beteynam Raphael Kpiki Sama y Kpatcha Simliya han vivido en este lugar mientras aguardan que les fijen la fecha del juicio o que sean liberados.

Monteiro cree que llegará el día cuando esta terrible situación llegue a su fin, "en los tiempos de Dios", dice. Por ahora, dice que le preocupa la salud de los prisioneros, dado que hay mil reclusos en una instalación hecha para albergar a seiscientos.

Un editorial del pasado 18 de junio en el periódico local La Symphonie expresó: "Si creemos la información sobre la continua degradación de la salud de esos prisioneros, existe el fuerte temor de que, uno a uno, vayan muriendo".

Las esposas de Monteiro y Amah los visitan una vez al día para llevarles alimentos. Tienen que pagar dos dólares cada vez que van a la prisión. Los miembros adventistas del país han estado orando junto con la iglesia mundial pidiendo la liberación de estos hombres, pero no pueden hacer mucho más que eso.

La obra de la Iglesia Adventista del Séptimo Día comenzó en Togo en 1956, gracias al colportor (vendedor de libros) adventsita Georges Vaysse, según la Enciclopedia Adventista. En 1964, un misionero de Costa de Marfil fue enviado a trabajar con el naciente grupo de creyentes adventistas.

Hoy día hay casi seis mil adventistas en una población de alrededor de 7,1 millones de personas. Alrededor del treinta por ciento de la población es cristiana, un veinte por ciento musulmana, y alrededor del cincuenta por ciento tiene creencias basadas en las religiones tradicionales africanas. Muchas de ellas incluyen a los animistas y a los que practican el vudú, que a menudo incluye la utilización de partes de animales y de sangre como parte de sus ceremonias.

Monteiro está en prisión acusado de homicidio y conspiración para operar una red de tráfico de sangre. Los diplomáticos, embajadores y líderes de la Iglesia Adventista no pueden entender cómo la policía y los funcionarios del gobierno pueden haber confundido a los adventistas con los grupos que usan sangre como parte de sus ceremonias religiosas.

"Estas prácticas son desconocidas en nuestra iglesia", dijo Guy Roger, presidente de la Unión Misión del Sahel y jefe de Monteiro.

Los líderes de la iglesia dicen que en Togo hay una falta de conocimiento sobre la Iglesia Adventista y sus prácticas.

Según un informe policial del pasado 22 de marzo de 2012, el comisario jefe Gaté N'Zonou preguntó a Monteiro por qué su acusador, que posee una historia documentada de inestabilidad mental, dijo que en las ceremonias adventistas se usaba sangre.

"El señor Simliya es un adventista, así como usted, y él ha confirmado que en su iglesia, la sangre tiene el secreto de dar riquezas y grandezas a la gente. ¿Qué puede decir al respecto?, preguntó N'Zonou a Monteiro.

"No sé nada sobre ello, dado que nuestra iglesia está fundamentada en la Biblia", dijo Monteiro.

John Graz, el director de relaciones públicas de la denominación, afirmó que es una acusación "estrafalaria". Para él, esto enseña la lección de que la Iglesia Adventista tiene que enfatizar la tarea de sus relaciones públicas y con los medios en todo el mundo.

En algunas partes del mundo, la Iglesia Adventista es pequeña en número de miembros, y es incorrectamente denominada una secta, dijo Graz. "Desafortunadamente, en muchos lugares no se ha hecho demasiado para cambiar esa percepción. Por lo tanto, las prioridades de los líderes de la iglesia tienen que ajustarse a esto".

"Tenemos una responsabilidad", siguió diciendo Graz. Esa es una de las lecciones que se desprende de esto: necesitamos apuntalar nuestros esfuerzos de relaciones públicas y de comunicación en todo el mundo. Necesitamos conocer a líderes de los gobiernos y de otras religiones, y necesitamos una presencia periódica en los medios. Mantenerse aislados jamás ha sido una buena estrategia para las minorías".

En efecto, algunos líderes de la iglesia sienten que el gobierno de Togo ha escogido gente para acusarla arbitrariamente de los asesinatos de varias jóvenes en mayo de 2011.

Gibert Wari, presidente de la División de África Centro Occidental de la Iglesia Adventista, fue citado en un informe de ANN del pasado 27 de septiembre de 2012, cuando expresó: "Al comienzo pudimos ver que el gobierno creyó que estaban tratando con una pequeña iglesia periférica, pero  ahora, con este nievel de apoyo y movilización, pueden ver que la Iglesia Adventista es una iglesia mundial".

Los funcionarios de Cabo Verde, el país de origen de Monteiro, hace poco publicaron en línea sus planes de seguir llevando a cabo esfuerzos diplomáticos para garantizar la liberación de Monteiro. Jorge Carlos Fonseca, el presidente de Cabo Verde, está enviando un embajador a Togo con el propósito específico de seguir el caso, según se detalla en un anuncio del pasado 9 de julio de 2013.

El próximo 27 de julio, la iglesia mundial llevará a cabo una vez más un día de oración para pedir la liberación de Monteiro. Decenas de miles de congregaciones están planeando participar en una muestra de apoyo al cumplirse el 500° día desde su detención.

Sin embargo, más allá de cómo resulte la situación, los líderes adventistas de Togo dicen que los meimbros están deseosos de seguir sirviendo a la comunidad, patrocinando eventos como mentores de los jóvenes y ayudando a los necesitados por medio de la obra asistencial.

"Queremos la reconciliación con el gobierno de Togo después de que Monteiro sea liberado de la prisión", dijo Roger. "Pero por ahora, solo queremos que sea liberado".

—si desea más información, visite el sitio pray4togo.com